Si usted ha estado tentado en invertir en la bolsa de valores, pero nunca se ha atrevido por miedo a perder su dinero o por desconocimiento del tema, esta explicación práctica y aterrizada despejará muchas dudas. Pero primero comencemos entendiendo qué es, cómo se creó y por qué se ha vuelto tan popular. Para ello hemos entrevistado al consultor convertido en capitalista de riesgo Henry Grijalba, quien tiene más de 20 años de experiencia en las industrias de la tecnología y los servicios financieros.

La bolsa de valores es un lugar donde las personas pueden comprar, vender o intercambiar cualquier tipo de título o vehículo financiero para tomar la decisión de si quieren continuar con la inversión, intercambiarla o recibir su dinero de vuelta con el retorno que se les había prometido. ¿Quiénes pueden invertir y cómo? Básicamente cualquier persona lo puede hacer. La forma sería abrir una cuenta en un ‘online brokerage’ donde tendrá un perfil con su profesión, cómo ha hecho su dinero, cómo quiere invertir y cuál es el riesgo que quiere tomar. 

Entonces invierte al momento de abrir una cuenta en un ‘brokerage account’, el cual está interconectado con el U.S. Stock Market y su servicio es ayudar a facilitar a través de un proceso electrónico la compra o venta de una acción específica o de instrumentos como ETF, stocks, bonos del tesoro, privados o soberanos. Existen varios, así que las personas pueden tomar la decisión de sobre qué invertir. Cada instrumento tiene un riesgo y hay quienes pueden asumirlo y quienes no. Una vez que se transfiere el dinero se decide comprar o invertir en una compañía o acción especifica. Las acciones van teniendo una valoración mayor dependiendo de cuántas personas vayan poniendo capital. Esa valoración va a fluctuar dependiendo de un tema de oferta y demanda, lo que hace que las acciones cambien de precio día a día y minuto a minuto. No son estáticas.

Durante el pico más importante de la pandemia en 2020 sucedió algo interesante. Grijalba cuenta que más de 10 millones de personas abrieron cuentas en un online brokerage, lo que significa que individuos que no tenían la experiencia entraron en la bolsa de valores de una forma especulativa. 

Pero ¿qué hay del Bitcoin? Esta moneda se creó cerca del 2009 después de la recesión que vivió Estados Unidos como una manera de hacer transacciones de dinero peer to peer (sin intermediarios) con ciertas características y para que la moneda tuviera un valor comparado al oro. La idea era que no hubiera ningún tipo de gobierno, banco o institución financiera que tuviera el control de esta moneda creada electrónicamente. 

Grijalba explica que la gente empezó a entenderla y a ver su potencial de poder realizar muchísimas transacciones sin ningún tipo de intermediarios, casa de cambios, bancos o gobierno, sino que fuera para el acceso de todos para comprar o vender a través de ella.

Sobre el Bitcoin hay también mitos, y uno de ellos es si se puede retirar dinero o hacer algún tipo de transacción. La respuesta es sí. Por si usted no lo sabía existen cajeros de Bitcoin para retirar dinero en efectivo y hay muchas otras opciones para hacer transferencias de billetera a billetera.  Sumado a esto se preguntará en qué beneficia a una persona tener criptomonedas.

Grijalba explica que es verlo como inversión en un stock. Cuando una persona invierte en Bitcoin “básicamente está jugando el mismo juego de la bolsa, simplemente que los parámetros son un poco diferentes, pero técnicamente es como si estuvieras hablando de lo mismo, el individuo se puede beneficiar en una inversión a largo plazo, así como quienes un año atrás lo compraron en cerca de $8,800 y hace algunos meses llegó a subir a $64,899”. 

Eventualmente el mercado va a aceptar de manera completa la moneda para comprar diferentes cosas, así como se puede comprar un carro Tesla con criptomonedas o pagar la cuenta del celular. Ya hay muchos lugares que la aceptan en su sistema de pago. Grijalba no cree que la criptomoneda vaya a derribar de golpe el sistema bancario, pero si lo va a cambiar drásticamente, de hecho, ya está cambiando.