Cuando Christian Cevallos llegó a Miami en el 2000 desde su país natal, Ecuador, trató de adaptarse lo más pronto posible a la idiosincrasia de la ciudad del Sol, convencido de que conocer su entorno es la forma más segura, más veloz, de sentirse de nuevo en casa. Rápidamente conoció lo bueno de Miami, esa gente que reconoce su propia experiencia en el recién llegado y te da una mano solidaria. Pero también conoció los lados flacos de la ciudad, aquellos que pueden todavía mejorarse. Fue así que, pasados los años, decidió hacer algo él mismo para resolverlos.
“Alguna vez intenté hablar con políticos locales por temas de la comunidad, como el transporte público o peajes excesivos, pero no me atendieron como esperaba”, cuenta Cevallos. “Entonces me quedaron dos opciones: o seguía quejándome o hacía algo yo mismo por arreglar esas cosas. Fue así que entré en política”.
No fue fácil, por supuesto. Cevallos, economista de profesión, dirige su propia empresa de construcción, un sector en el que trabaja desde el 2001 y es padre de familia. Dicho de otro modo, tiempo no le sobra. Pero su proyecto político consistía en hacerse concejal de Kendall, un área que conoce perfectamente y donde tiene su casa.
“El trabajo de concejal es voluntario”, precisa Cevallos. Sus funciones, en sentido estricto, consisten en aprobar proyectos de construcción residenciales o comerciales en Kendall, un distrito -dicho sea de paso- enorme en el mapa de Miami-Dade. También puede dar sugerencias sobre cambios en el presupuesto del condado, según las necesidades locales. Pero Cevallos quería hacer más por su comunidad.
“Como oficial electo me di cuenta de que podía tener una influencia positiva en la comunidad”, dice. “Una de mis primeras experiencias fue encontrarme a una persona que necesitaba una silla de ruedas para un familiar. No tenía idea de cómo conseguir algo así, pero lo puse en Facebook, en mis chats, en redes, y en un tiempo cortísimo aparecieron ¡diez sillas de ruedas! De pronto, mi reto era encontrar personas para las otras nueve sillas que me llegaron”.
La experiencia dio lugar a un programa de donaciones de sillas de ruedas y aparatos similares para ancianos. A ese programa se sumaron otros como Joy Through Music, que consiste en llevar música en vivo -cantantes locales amigos- a ancianos en casas de reposo o asilos. El gesto puede parecer simple, pero el efecto es conmovedor.
“Uno le da al trabajo de concejal el alcance que uno desee, incluso fuera de su jurisdicción”, dice. Y es cierto. Christian Cevallos -que fue elegido dos veces como concejal del distrito 11 de Kendall, ambas con récords de votos- no limita su trabajo a esa zona. La semana previa a su entrevista con la revista Bencomo, el concejal estuvo ocupado en ayudar en las tareas de rescate del edificio Champlain Towers South en Surfside, cerca de Miami Beach.
Gracias a sus gestiones logró traer a Surfside a los Topos de México, un grupo de rescate que se formó durante el terremoto de la capital mexicana de 1985 y que ha acumulado una larga experiencia en zonas de desastre en todo el mundo.
En un país donde la política se entiende siempre de modo bipartidista, Cevallos se ha postulado siempre como independiente. “Me ha apoyado gente de ambos partidos y me siento muy agradecido por eso”, dice, aunque añade que puede haber, próximamente, posiciones que requerirán afiliarse a un partido. No sabemos, de momento, a qué otros cargos aspirará Cevallos, pero sus logros nos hacen pensar en un líder que podría dar mucho que hablar en el futuro.
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