Años atrás la idea de viajar al espacio en una misión que no fuera impulsada por el Gobierno o las agencias establecidas habría sido un tema de locos. Pero actualmente es una realidad cada vez más cerca -aunque solo sea para los más acomodados económicamente- gracias a dos multimillonarios que, usando sus propios cohetes, sentaron un precedente y experimentaron la ingravidez tras sobrepasar los límites, observando desde las alturas la curvatura de la Tierra.

Primero lo hizo Richard Branson con su empresa Virgin Galactic y después, apenas con unos días de diferencia, fue el turno del hombre más rico del mundo: Jeff Bezos, de la mano de Blue Origin. Su viaje es considerado ya histórico por ser el primer vuelo espacial sin piloto y tripulado sólo por civiles. Duró cerca de 11 minutos y fue transmitido en plataformas digitales.

“El mejor día de mi vida”, dijo el fundador de Amazon tras regresar a Tierra después de un viaje de alrededor de unos 11 minutos en la nave New Shepard.  

Además, junto a él viajaban su hermano y la persona más joven y la más longeva en realizar este trayecto. Se trata de un estudiante de 18 años hijo de un multimillonario que planea estudiar en la Universidad de Utrecht en Países Bajos y de Wally Funk, una de las pioneras estadounidenses de la aviación que esperó por este momento más de seis décadas. 

¿Cuándo comenzarán los vuelos? Hasta el momento, Blue Origin no ha anunciado una fecha, aunque planea “dos vuelos más este año” y muchos más en 2022, según un portavoz de la compañía. Por su parte, Virgin Galactic explicó que sus operaciones regulares se iniciarán a principios del próximo año después de dos vuelos finales de prueba. La lista de espera para esta experiencia es ya enorme: se han vendido 600 boletos con un precio que va desde los 200,000 dólares hasta los 250,000.

El turismo espacial, una modalidad que se realiza a más de 100 kilómetros de altura de la Tierra, está considerado por varios autores como el próximo paso del ser humano en su carrera por explorar -de manera comercial- más allá de la periferia terrestre. Además, supondrá un foco de un mercado más innovador. 

Los éxitos de Branson y Bezos se suman a los de Elon Musk, quien de la mano de su compañía SpaceX lanzó el cohete Falcon 9 hacia la Estación Espacial Internacional con cuatro tripulantes a bordo en una misión apoyada también por la NASA. Los astronautas iban en la cápsula Crew Dragon, la cual regresó a la Tierra cuatro días después de la hazaña.

Esta misión fue también histórica y particular ya que fue la primera en reutilizar tanto la nave como el cohete gracias a la tecnología desarrollada por SpaceX. Esto no solo se traduce en algo positivo para el medio ambiente, sino también para la empresa ya que los ahorros son multimillonarios.