Los medios de comunicación, las redes sociales y las fake news constituyen uno de los tríos más poderosos de los últimos tiempos, pero no porque haya habido alguna hazaña considerable, más bien por el peligro que esta unión involuntaria le está haciendo a nuestra sociedad.
Cómo o por dónde empezar a erradicar el asunto. Seguros estamos de que ha sido una pregunta bastante recurrente para quienes están detrás de los grandes medios, las plataformas como Facebook o Twitter y también para aquellos mortales que solo quieren tener información veraz y comprobable.
Son tiempos difíciles en donde hay obligaciones, pero donde también hay desobediencia, desinformación y grupos de poder que se esconden detrás de un telón para alcanzar sus trofeos. ¿Y cómo lo pueden hacer? En parte a través de noticias o de la circulación de información que muchas veces los beneficia o es falsa para crear confusión.
La audiencia tiene que estar clara, tiene que aprender a discernir y a evaluar lo que se lee, observa o conoce a través de terceros. No basta con un título atractivo o un primer párrafo que enganche por la dureza de su redacción. Hay que tener más inteligencia y ser perspicaces.
No basta con leer y asumir, hay que cuestionar y contrastar. Mientras que los medios hacen su trabajo, o intentan hacerlo imparcialmente, la audiencia es la parte más sensible pero también la más fuerte: la información solo prosperará si ellos la creen.
Las fake news no son un juego. Han existido desde tiempos remotos y ahora están consolidándose a niveles preocupantes por las crisis que podrían originar en las sociedades. Son tan peligrosas que podrían influir directamente en los resultados electorales de un país o en cuestiones políticas internacionales.
De ambas partes está la tarea. Nosotros, como encargados de informar, tenemos la gran responsabilidad de ofrecer no solo un contenido de calidad sino también verificable y que apunte a una necesidad y que no se base en lo que está trending o lo que les dará a las publicaciones digitales más tráfico.
Este es el momento de concientizarnos, ¿por qué no empezar desde hoy mismo?
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