Por Geysell Cisneros / Fotografía Jorge De La Cruz
“José Ignacio Rivero tuvo una gran trayectoria como periodista y hombre público. Yo conservo muchos documentos que él me dejó y que tienen que ver con su historia y la de su familia, una de las más ilustres de Cuba y...
Conversar con Miguel A. Cruz Peraza siempre es un tiempo muy bien invertido. Una vez que se llega a su inmenso almacén de antigüedades, ubicado en el popular barrio de Wynwood bajo el nombre de Andrea’s Old Town Antiques, es difícil querer abandonarlo, y no solo por esas miles de piezas emblemáticas que los adornan, sino por la calidad de sus palabras y el poder que tiene para transmitir la historia que le ha tocado vivir.
A través de sus palabras, muchos pasajes que definieron la historia contemporánea de Cuba vuelven a cobrar vida y llegan directo a lo más profundo del corazón de los cubanos, tanto de los que ya conocían los hechos como de los que nacieron en esta tierra y solo tienen una noción mediante los relatos de sus familiares.
Pero no solo su testimonio aflora y llega para aportar datos políticos, quizás desconocidos, de la isla, también cuenta con un extenso archivo en donde alberga fotos y documentos de los hombres más ilustres de la República. Uno de ellos, de quien estuvo muy cerca, fue del periodista José Ignacio Rivero, el patriarca de la familia que creó e impulsó el Diario de la Marina.
“José Ignacio Rivero tuvo una gran trayectoria como periodista y hombre público. Yo conservo muchos documentos que él me dejó y que tienen que ver con su historia y la de su familia, una de las más ilustres de Cuba y también del exilio en Miami”, recordó Cruz Peraza.
Rivero fue uno de los periodistas más excepcionales del siglo XX cubano y fue, como muchos recuerdan, uno de los primeros en denunciar el giro comunista que estaba tomando el proceso revolucionario de los años ´50 bajo el liderazgo de Fidel Castro.
Mientras la conversación continuaba, los documentos y fotos conservadas por Cruz Peraza iban ilustrando sus palabras: estábamos delante de un pedazo importante de nuestra historia, él como un cubano que se había exiliado muy joven y había ingresado a la Brigada de Asalto 2506, y yo como una testigo muy interesada en sus relatos.
“Estas fotografías me enorgullecen. La familia Rivero siempre estuvo muy unida, y eso es muy reconfortante. Ver a José Ignacio en el exterior rodeado de personajes que fueron muy importantes en esos días, me hace recordar esos años gloriosos de Cuba, cuando la sociedad comenzaba a aflorar y éramos una de las capitales del mundo”, dijo.
De la misma manera en que Rivero fue un gran patriota que siempre estuvo dispuesto a revelar la verdad y luchar por su Cuba, Cruz Peraza también compartió ese principio con el periodista, con quien coincidió en Miami y mantuvo una estrecha amistad que se consolidó aún más porque ambos tenían el propósito de devolverle la soberanía a su isla.
“No olvido nunca cómo los cubanos en el exilio nos unimos en esos años en que se iniciaba una Revolución en la que no creíamos. Cada cual, con sus medios reales, trataba de aportar para que llegara el día en el que no existiera más una tiranía. Todos sentíamos el mismo dolor de haber perdido no solamente a Cuba, sino a las familias, a los amigos. Todo un país quedó disgregado”, recordó.
Fue entonces durante esa época tan convulsa cuando la vida de Cruz Peraza cambió de manera radical y se vio forzado a abandonar la isla. Era demasiado joven cuando le dijo adiós a Cuba. Aún hoy, más de 50 años después, no puede evitar sentirse afligido cuando recuerda cómo le arrebataron la oportunidad de continuar con sus estudios militares en su país.
“Fueron tiempo muy difíciles. Las familias dejaban la isla con los medios que tenían; en barco o en avión. En mi caso, gracias a la ayuda del coronel Martínez Suárez, quien me envió a uno de los ferries con una carta, pude sobrevivir. Con esa misiva la lancha esperó un poco más de tiempo porque aún quedaban muchas personas”, relató.
Según recuerda desde su juventud, el exilio era por esos años un lugar muy heterogéneo. Por un lado había infiltrados comunistas que articulaban redes para desestabilizar el movimiento cubano que comenzaba a forjarse en Miami, mientras que en la otra esquina estaban quienes aún sentían el dolor de haber dejado atrás a su país.
“Nuestros enemigos estaban al lado nuestro. No se respetaba el luto de las familias y buscaban a toda máquina acabar con nosotros. Pero yo sabía que todo eso sucedería, tanto en Cuba como en Miami, porque desde pequeño escuchaba los discursos de los grandes militares que siempre sabían qué rumbo tomarían las cosas”, señaló.
Pero esos tiempos difíciles hicieron que Cruz Peraza, quien además participó en la invasión de Bahía de Cochinos en un intento por liberar a Cuba, se convirtiera en un patriota aún más fuerte. En sus memorias aún viven varios nombres de hombres que lo entregaron todo. Según me cuenta, es el caso del capitán Amado Cantillo, quien estaba al frente de la Fuerza Aérea y se integró arduamente en las tareas de combate.
“Actualmente Cantillo es el presidente de la Asociación de Pilotos Cubanos (CUPA), y fue él quien me nombró vicepresidente. Esto me ha hecho sentir muy orgulloso porque estoy muy cerca de esos compañeros nuestros dieron su vida en combate y que forman parte de los pilotos caídos que son homenajeados en el monumento que se encuentra en el Miami Air Museum, ubicado en el Tamiami Executive Airport”, recordó.
Pero a pesar de todos los altibajos de su vida, él no ha perdido la esperanza de continuar luchando por su país, y mucho menos de transmitirle a su familia esa cubanía que recorre sus venas y que hoy más que nunca defiende.
“Todos mis hijos están inclinados al amor a la Patria, al orgullo de sus padres y a la gesta revolucionaria que vivieron. Eso es muy reconfortante para una familia que tuvo que abandonar su país”, recordó.
Andrea´S Old Town Antiques Collectibles
162 NW 29th Street Miami, FL 33127
Phone: 305-573-6210
Email: cruzperaza@bellsouth.net
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