La medicina natural tiene como objetivo estimular la capacidad curativa innata del cuerpo y que sus mecanismos de equilibrio logren alcanzar un óptimo estado de salud. El poder curativo de la naturaleza fue descrito por Hipócrates, el padre de la medicina, en el siglo V antes de Cristo.
La evidencia escrita más antigua del uso de plantas medicinales se ha encontrado en una losa de arcilla Sumeriana de Nagpur de aproximadamente 5,000 años de antigüedad. En 1552 fue escrito por médicos indígenas el texto herbolario más antiguo de América, en él se describen el uso de plantas y flores nativas de Mesoamérica.
Estas experiencias de miles de años transmitidas por diferentes vías son estudiadas, evaluadas y validadas para ser usadas en la prevención, el diagnóstico y tratamiento de diferentes patologías. Actualmente se ha extendido su uso por las ventajas que ofrece: permite un abordaje integral de la persona, promueve el bienestar general con mejores y más rápidos resultados, menos complicaciones y efectos secundarios a largo plazo, además de su bajo costo.
La medicina natural incluye gran variedad de medicinas complementarias y alternativas. Entre ellas se encuentran la medicina herbolaria, la homeopatía, la acupuntura, el biomagnetismo y la terapia floral. La medicina herbolaria constituye la forma más antigua que existe, utiliza plantas y extractos de hierbas para prevenir, aliviar y curar enfermedades en forma de suplementos dietéticos.
En tanto, la homeopatía se basa en el conocimiento exacto de la similitud entre el medicamento y la enfermedad. Utiliza sustancias orgánicas, minerales y vegetales para estimular el sistema inmune, de esta forma lo prepara para responder a la agresión de virus y bacterias. Trata las enfermedades con cantidades diminutas de un fármaco y utiliza la vía sublingual para su administración.
La acupuntura es una técnica curativa usada en la medicina tradicional china hace más de 2,500 años. Se utilizan agujas muy delgadas para estimular puntos específicos del cuerpo denominados meridianos y su objetivo es mejorar el flujo y equilibrio de energía a lo largo de estos meridianos que permiten condiciones óptimas de salud. La dígitopuntura consiste en presionar con los dedos determinados puntos del cuerpo para aliviar dolores, anestesiar determinadas zonas y curar ciertas enfermedades.
El biomagnetismo utiliza imanes de dos polaridades que sirven para identificar alteraciones en el organismo y también sirven para aliviar dolores en el cuerpo.
Cuando el equilibrio del organismo se rompe a causa de una alteración emocional mantenida aparecen diversas situaciones de esta índole. Bach, el creador de la terapia floral, basó su tratamiento en las esencias florales tomando en consideración las causas del trastorno y no los síntomas, mediante un tratamiento personalizado logró armonizar las emociones y de esta forma restablecer el equilibrio perdido. Las flores de Bach poseen grandes propiedades terapéuticas: sus extractos son utilizados para tratar trastornos como la angustia, el miedo, la inseguridad y la depresión. Presentan un bajo margen de efectos adversos y se administran por vía sublingual.
Aunque la evidencia científica de la medicina natural es escasa, algunos pacientes refieren cierta mejoría en sus síntomas.
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