El climaterio y la menopausia forman parte de las etapas de la vida sexual de la mujer. Entre la cuarta y quinta década de su vida -como consecuencia de la disminución de la función ovárica- la cantidad de estrógenos disminuye y no se produce ovulación en muchos ciclos lo que conlleva a la pérdida de la capacidad reproductiva. Los ciclos sexuales se vuelven irregulares y acaban por desaparecer. Este período, que puede durar desde unos meses hasta varios años y en el que suelen aparecer cambios fisiológicos y psicológicos, recibe el nombre de climaterio mientras que la menopausia se define como el cese permanente de la menstruación tras 12 meses consecutivos de amenorrea (ausencia de menstruación).

Los estrógenos intervienen en diferentes funciones, la caída en sus niveles conlleva a la aparición de diferentes signos y síntomas durante esta etapa de la vida. Entre los más frecuentes se encuentran la sudoración y los sofocos, los que se caracterizan por una sensación de calor repentina de cara, cuello y pecho seguida de enrojecimiento, sudoración y concluyen con un escalofrío. Suelen durar desde unos segundos en adelante, variando su intensidad, presentándose varias veces al día o durante la noche, produciendo insomnio o alterando la calidad del sueño, provocando irritabilidad, generando malestar y cambios de humor que afectan la calidad de vida de la mujer y de su familia. 

Cambios en el estilo de vida como, por ejemplo, mantener el dormitorio fresco a la hora de dormir, mantener un peso saludable, evitar el alcohol, comidas picantes y la cafeína ayudarían al alivio de estos síntomas. De persistir, se recomienda acudir a su médico de cabecera a fin de que valore la aplicación de tratamientos con Terapia Hormonal Sustitutiva, la cual restablece el nivel de estrógenos y recupera el equilibrio endocrino perdido. En caso de contraindicación se usarán medicamentos no hormonales como los antidepresivos.

¿Cuáles son los cambios que notaremos antes, durante y después de esta etapa?

Debido a la disminución en la producción de colágeno la piel pierde elasticidad, se adelgaza, se torna seca, flácida, pálida y transparente y comienzan a aparecer las arrugas haciéndose visibles los primeros signos del envejecimiento. Una vía efectiva para postergarlas es cuidarnos de la radiación solar mediante la utilización de protectores, pero a la vez, debemos saber que el Sol es necesario para lograr una adecuada síntesis de vitamina D que se absorbe por nuestra piel. De esta manera garantizamos una buena absorción de calcio, importante para nuestra salud ósea. Por esto, 15 minutos al día serían suficientes, preferiblemente en la mañana de 9 a 11 o después de las 4 en horario de la tarde. Resulta importante hidratar la piel por lo que se hace necesario el consumo diario de 1.5 litros de agua, así como mantener una dieta equilibrada con frutas y vegetales ya que aportan vitaminas necesarias para garantizar una correcta nutrición.

Los tejidos de la vagina suelen perder grosor, humectación y elasticidad. La vagina se estrecha y acorta, disminuye la lubricación y la sensibilidad del clítoris tiende a disminuir. Los labios mayores y menores se adelgazan y suele aparecer irritación y sequedad vaginal que contribuye a la aparición de dolor durante las relaciones sexuales, por lo que llega a perderse el interés por el sexo. 

Identificar estos cambios y tratarlos ayudará a seguir disfrutando de las relaciones sexuales. Los ejercicios de Kegel son útiles para mejorar la capacidad muscular y firmeza del suelo pélvico y son muy fáciles de hacer.  Consisten en contraer y relajar los músculos tan rápido como se pueda durante 2 o 3 minutos tres veces al día. Resultan útiles las cremas y lubricantes humectantes vaginales y debe evitarse el uso de jabones, perfumes, lociones y duchas con fragancia.

La disminución de la líbido o deseo sexual no solo está condicionada por el déficit estrogénico sino también por el estado de salud, por la forma de percibir su cuerpo y por la relación con su pareja, entre otras. La práctica de ejercicios, mantener una dieta balanceada, una buena hidratación, lograr una buena calidad del sueño y propiciar complicidad con su pareja aumentará la sensación de bienestar, repercutiendo positivamente en la vida sexual.

Con el decursar del tiempo los tejidos de la vejiga se adelgazan y la existencia de factores de riesgo como la obesidad, el estreñimiento y el debilitamiento del suelo pélvico traen consigo la aparición de la denominada incontinencia urinaria que no es más que la eliminación involuntaria de pequeñas cantidades de orina al toser, reír o estornudar. Por lo que resulta de vital importancia la realización de los ya mencionados ejercicios de Kegel.

La irritabilidad, la depresión, la ansiedad, la tristeza y los cambios de humor son los síntomas emocionales vinculados a este período, no solo dependen del déficit estrogénico sino que están condicionados por la presencia de otros factores dados por el estado de salud propio o por los cambios en su imagen que se traducen en una baja autoestima.

El climaterio y la menopausia no deben ser percibidos de una manera negativa, debemos aceptar y adaptarnos a los cambios de esta etapa de la mejor forma. El envejecimiento y la pérdida de la capacidad reproductiva no deben constituir el final del camino sino el inicio de una nueva fase donde la experiencia acumulada, la madurez y la sabiduría sean los pilares que brinden seguridad para proporcionarnos una vida más plena.